Segundo capítulo de éste apartado dirigido a mis chicos. Sobre estas líneas paarán todos ellos pero hoy voy a escribir sobre Adri para que recupere esa amplia sonrisa en el terreno de juego.
Jugador polivalente por su gran entrega y sacrificio, aún recuerdo aquellos primeros días en los entrenamientos de iniciación dónde era el más pequeñito pero sin lugar a dudas el más valiente, suplía su pequeña estatura con garra, rapidez y un desparpajo poco habitual en su edad.
Después de esos días, aunque no le perdí la pista del todo, pero tras la separación de equipos no tuve contacto directo con él.
Pero el futuro y el destino querrían que nos volviéramos a juntar. Luarca tuvo la culpa, cuatro días inolvidables y más para él que se convirtió en la estrella del torneo, ese desparpajo del que hablaba le hicieron valedor de un más que merecido premio al mejor jugador de ese campeonato. Aún recuerdo como celebró ese gol decisivo en la final con un pase de torero que dejó con la boca abierta a todo un pabellón a rebosar.
Desde ese momento pensé que yo quería tener a ese chico en mi equipo y se dieron las circunstancias para que eso ocurriera. A parte de esa sonrisa que le caracteriza, Adri es mucho más, transmite esa alegría por el campo a sus compañeros,es un ejemplo para todos en cuanto a lucha y sacrificio y a eso se le une un gran disparo, un gran despliegue por la banda y ser el más listo sobre el campo.
Estos años a su lado he aprendido también mucho de él y entrenarlo es un lujo porque cada día me sorprende más con sus golpes de humor y su actitud sobre el campo. Espero seguir muchos años a su lado y poder ofrecerle lo mejor para hacer de él un magnífico jugador y ayudar a ser mejor persona. Tenemos muchas aventuras por delante y espero que sigas dándolo todo para seguir esa progresión. Un QUERER muy grande para este pequeño-gran CRACK
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