En ésta mi segunda etapa voy a escribir sobre el cambio a un proyecto ambicioso como era la Escuela de Fútbol Javier Dorado que absorbió a la escuela en la que yo enseñaba, Uhersan. Lo primero dar las gracias al presidente Vadillo por confiar en mí sin conocerme para entrenar a un equipo de primer nivel. Éste no fue el mejor año de mi corta carrera como entrenador ya que todo empezó mal, se reunió un equipo mezclado con chavales de diferentes niveles. Esto unido a mi inexperiencia para llevar este tipo de grupos y algún que otro pique entre padres llevó a plantearme dejar en multitud de ocasiones la labor de monitor. La relación con los padres siempre fué buena y en su trato hacia mí no puedo tener queja, pero fueron muchos y diversos los problemas externos porque futbolísticamente la temporada que hicimos como benjamín de primer año fue bastante aceptable, quedando segundos de nuestro grupo, sólo por detrás de un equipo un año superior en sala y en fútbol 7 siendo el mejor equipo de nuestra edad, también ganamos algún trofeo de final de temporada y el fútbol que realizamos siempre fue vistoso e intentando manejar la pelota lo mejor posible.
La temporada terminó y con ella la dupla con mi amigo Pedro, que decidió tomarse un descanso que aún dura debido al ya nacimiento de su hija Irene.
El siguiente año hubo muchos cambios y el presidente me propuso coger él el equipo y yo pasar a segundo entrenador y con diferentes cambios de chicos, equilibrandolo más. La decisión no pudo ser más acertada ya que en los 3 años que pasé junto a Jose Antonio en una segunda línea aprendí mucho a llevar un vestuario y a desenvolverme con los padres. Una experiencia muy bonita y enriquecedora, con unos padres fantásticos.
Volví a ilusionarme por el fútbol base, y comencé a compaginarlo con un equipo Prebenjamín de segundo año que a la postre es mi actual equipo, pero eso merece otra entrada. Durante estos años disfruté de momentos inolvidables como mi primer viaje a Luarca, donde conviví con los chavales durante unos días maravillosos, los provinciales en alevines con un papel magnífico y con el colofón de ganar el Torneo en Torrijos de una forma agónica pero que dió más valor a la victoria por la entidad de los rivales. Fran, Alvaro, Charly, Victor, Fernando, Adrian portero y Adrian jugador, Cesita, Oscar, Diego, Alex, Roberto(que se iría el último año) y otros más a los que tuve el placer de entrenar, siempre les recordaré a todos.
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